La marca define una nueva categoría de comida rápida y saludable, inspirados en la alimentación de antaño, su política es nunca usar conservantes, ni productos químicos.
Pero no sólo la comida es diferente, también el diseño del establecimiento, que tiene un estilo orgánico de acuerdo con el concepto de la compañía. Es funcional, confortable y ecológico y además tiene un minimarket con la comida expuesta.
En general, es un local lleno de una calidez que no es habitual en este tipo de establecimientos.
Se preocupan por los pequeños detalles,
cada packaging de los productos es diferente y tiene un guiño de humor para
llenar de sonrisas a los clientes.
En el local hay un “natural minimarket” para llevar a casa los productos que utilizan de su red de proveedores independientes, delicias de pequeños productores que llegan a la ciudad.
Dirigida a gente con poco tiempo y con deseos de comer rico y sano. En cada local hay una cocina propia para asegurar máxima frescura y al final del día se dona lo que no se vende.
Vía:
greeneat.com.ar