El estudio japonés Tato Arquitectos diseña esta clínica en Kobe, Japón. Es un espacio poco convencional para este tipo de establecimientos, que por lo general suelen ser espacio fríos y funcionales, así que el objetivo era crear un lugar limpio, tranquilo y lo más agradable posible.
Para ello los materiales empleados, son básicamente la pintura blanca, la madera y una estructura a dos aguas de policarbonato que junto con la suave luz crea un ambiente sencillo y acogedor.
Comenzaron la renovación del edificio limpiando el interior, para pintar de blanco las paredes y luego colocar el volumen central. Éste volumen es una estructura translúcida de policarbonato que alberga las tres salas de tratamiento, separadas por pantallas de madera. El material translúcido fue elegido para que las salas estuvieran iluminadas por la luz que pasa a través y fuera lo menos molesta posible para el paciente que está recostado en el sillón.
Además el centro médico cuenta con las otras dependencias necesarias, por un lado en la parte delantera se sitúa la sala de espera y recepción; frente a la calle la sala de juego de los niños y en la parte trasera “escondidas” están el laboratorio, la sala de rayos X y las salas de esterilización.
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