Para conseguirlo restauraron la fachada el interior de hormigón, limpio y minimalista, un espacio sereno.
Crearon nuevas aperturas para tener más luz natural y abrirse al paisaje.
En su interior colocaron una escalera construida con vigas de madera apiladas que no es sólo para subir, además es biblioteca, estantería y contenedor. Como una escultura en medio del espacio que se articula y se adapta para albergar diferentes funciones.
